Para todos los que en algún momento experimentaron el amor verdadero:
Well, if you're travelin' in the north country fair,
Where the winds hit heavy on the borderline,
Remember me to one who lives there.
She once was a true love of mine.
Well, if you go when the snowflakes storm,
When the rivers freeze and summer ends,
Please see if she's wearing a coat so warm,
To keep her from the howlin' winds.
Please see for me if her hair hangs long,
If it rolls and flows all down her breast.
Please see for me if her hair hangs long,
That's the way I remember her best.
I'm a-wonderin' if she remembers me at all.
Many times I've often prayed
In the darkness of my night,
In the brightness of my day.
So if you're travelin' in the north country fair,
Where the winds hit heavy on the borderline,
Remember me to one who lives there.
She once was a true love of mine.
(Letra tomada de aquí)
martes, 24 de julio de 2007
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Girl from the north country - Bob Dylan |
viernes, 20 de julio de 2007
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Movie Review: Marie-Antoinette - Sofia Coppola (2006) |
Ser una directora de sensaciones más que de historias le está costando a Sofia Coppola el desagrado de muchos, aunque eso y en vista de quién está detrás (el papi), como que le da exactamente igual. La historia en éste caso sólo sirve de excusa para transmitirnos lo que sentía una niña obligada a casarse con el futuro rey de Francia, mimada por su entorno, encerrada en una cárcel de tradiciones y un futuro no muy halagüeño en vista del poco interés de su marido a procrear.
Creando una atmósfera dónde los tonos pasteles hacen su agosto y cuyo vestuario es digno del Oscar que recibió, la pequeña Coppola logra su objetivo: mostrar la decadencia de Versalles y el refugio en las diversiones y excesos de una reina como escape a las presiones que tenía encima. Escenas en las que el tratamiento de la fotografía y la banda sonora electrónica transmiten en el espectador la misma soledad y desconcierto que la protagonista estaba sufriendo, logrando en algunas de ellas una belleza sublime.
Aunque, por otro lado, la fórmula se le antoja a la directora algo repetitiva provocando una sensación de "deja vú" en el espectador que ya disfrutara con las "Vírgenes suicidas" y "Lost in translation". Es por ello, que si bien no deja de transmitir sensaciones a través de imágenes, cuando sentimos que vemos otra vez lo mismo, ya no es tan excitante o tan emocionante, tirando por los suelos el factor sorpresa.
Sus guiños canallas como la inclusión en una escena de las zapatillas Converse mientras suena de fondo el tema "I want candy", dejan bien claro que los detalles pretendidamente rebeldes son más importantes que historia pura y dura. Su final (criticado por muchos) resulta coherente con el conjunto, mostrándonos su abandono de todo ese mundo de excesos y desenfrenos, en una de las mejores escenas de la película, en lugar de su muerte. Resultando, por tanto, en una película pastelosa, superficial e inócua, como la misma reina que en este pseudo-retrato Sofia Coppola nos ha pintado, y, siéntondolo mucho, a mí me encanta cómo lo hace.
Mi valoración: 7
jueves, 19 de julio de 2007
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'1984' (Geogre Orwell - 1949) |
Cuando lleguemos a 1984 todo será distinto, dos y dos sumarán cinco, la esclavitud será la libertad, y la guerra contínua el camino para conseguirla. El Gran Hermano controlará nuestras acciones, nuestras mentes e incluso nuestros sueños, penetrando en lo más profundo de nuestro ser para comprobar si somos fieles a sus mandatos unidireccionales o si hay algún resquicio de pensamiento revolucionario, aunque sea mínimo. Entrenaremos a nuestros hijos a que se conviertan en espías de nuestros vecinos, familiares e incluso de nosotros mismos, todo para el bien de la nación.
Londres será una ciudad fría, oscura, y vacía de calor humano. La humanidad habrá perdido toda su esencia, el sexo sólo servirá para procrear, los racionamientos de comida serán habituales, y la aguada ginebra de la victoria será refugio habitual de sus desangelados habitantes. La historia será reescrita una y otra vez, borrando toda nuestra capacidad de memorizar, de siquiera mencionar un hecho pasado, la realidad que nos rodea será cambiada al antojo del mandatario máximo.
Siempre estaremos en guerra (siempre lo habremos estado) porque la guerra será necesaria, necesaria para mantener el miedo, el temor, para justificar la escasez de alimentos, para que dependamos de nuestros soldados y para resucitar un exaltado sentimiento patriótico con cada (supuesta) victoria de nuestras tropas. Generando un odio intenso hacia el eterno adversario, el culpable de todos nuestros males.
George Orwell nos hace darnos cuenta de que cuando llegue 1984 todo será diferente, pero ¿no estamos ya en 1984?
martes, 17 de julio de 2007
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Neil Young - Heart of gold (2006) |
Neil Young es un hombre de música pura, no le va nada que parezca enlatado, las grabaciones por pistas y luego retocadas en estudio, y detesta todo lo que huela a comercial. Sus grabaciones destilan cariño y entrega a una música que ha sido su vida desde que tiene uso de razón, dándo como resultados discos dónde lo único que separa al artista del oyente es una pequeña caja acústica.
Ver a Neil Young en directo es todo un privilegio, evidentemente pocas veces lo tendremos cerca, pero gracias a este documental podemos disfrutarlo como si estuviera en frente nuestra. Volviendo a Nashville (Alabama), la cuna del auténtico country-rock, del que Neil Young es uno de los pioneros desde que colaborara con Bufallo Springfield; Young se reúne con un grupo de amigos, dónde la amistad y la confianza que hay entre ellos se trasladan a las notas musicales, destilando aroma sureño por todos los rincones del teatro.
Todo ello aderezado con un excelente trabajo de dirección y fotografía, transmitiendo en imágenes a la perfección todo el aire que se podía respirar en ese momento. Disfrute para aquellos que aman la buena música, música elaborada con cariño y meticulosidad, para disfrutar lentamente y saborear todo su potencial.
Mi valoración: 8
jueves, 12 de julio de 2007
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Movie Review: Last Days - Gus Van Sant (2005) |
La presión de una estrella de rock puede llegar a ser desesperante, después de una vida de locuras y desenfrenos, el éxito pide su pago correspondiente, y cuando eso llega pocos son los que aguantan con entereza. Esa desesperación lleva a muchas estrellas a aislarse por completo del mundo que les rodea, a evadirse de una realidad que les supera y les aplasta como su fuera una apisonadora, terminando en algunos casos en tragedia.
Gus Van Sant ha dado un nuevo giro de tuerca a esto que llamamos cine, y concretamente a los 'biopics', su estilo semidocumental y en permanente contacto con sus protagonista incluso cuando mata las moscas que le rodean, provoca en el espectador la sensación de que está viviendo con él, que comparte sus momentos más banales. Evidentemente esto es un arma de doble filo que puede gustar más o menos, pero no deja indiferente a nadie.
Por ello, de lo que no hay duda es de la tremenda calidad artística de esta obra, la cámara se mueve con mimo alrededor del artista, lo adora, lo reverencia, y todo a pesar de su pésima condición y estado. Difícilmente veremos imágenes tan bellas de una condición tan deplorable. Sus encuentros con la naturaleza no son más que el deseo de encontrar un sentido a una existencia que se antoja imposible, de sentirse libre, alejado del mundo. Encuentros narrados de forma pausada y tranquila, reflejando toda la calma y armonía que la naturaleza aporta al protagonista. Por lo tanto, asistimos a lo que se convierte en un monólogo interior, a susurros reflexivos que esbozaban la que sería su última y más desgarradora canción.
Lástima que el espectador nunca entre en la escena, no se pretende, pero el que no se cuente con nosotros para nada puede pagarse caro. Hay momentos en los que sientes que todo lo que estás viendo sobra, que está demás, que es innecesario o que estás perdiendo el tiempo. Y es que este film termina siendo (al menos para un servidor) bueno como ejercicio artístico pero nulo como película.
Somos testigos de la decadencia de un artista, que si bien no necesita contarnos su vida tan sabida ya por muchos, termina en una desgracia también sabida, y si lo que hay en medio no nos aporta mucho, al final ¿qué nos queda? Imágenes, escenas o movimientos de cámara llenos de sensibilidad, una canción cantada por el artista con los bellos de punta y quizás una frase, en un contexto totalmente surrealista, para la posteridad: "¿El éxito? El éxito es subjetivo"
Muchos dirán que eso es lo máximo que se le puede pedir a una película, pero el que suscribe espera algo más, espera transcendencia en las imágenes, que cuando termine de verla reflexione en lo que acaba de ver y se regocije en su argumento, en sus diálogos. Y es que esta película, siendo lo que es: una OBRA DE ARTE CONTEMPORÁNEO, depende de los ojos con que se vean.
Mi valoración: 5
martes, 10 de julio de 2007
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Desayunando con diamantes en Nueva York |
Si no hubiese visto Desayuno con diamantes antes de viajar a Nueva York, mi encuentro con Tiffany's no hubiese sido el mismo. No me habría parado en ese pequeño escaparate contrastando con la gigantesca fachada sin apenas ventanas a contemplar esos hermosos diamantes que con tan buen gusto están decorados. No habría reflejado mis ilusiones y esperanzas en un acto tan aparentemente banal, pero cargado de significado, y es que aunque pequeño, ese escaparate constituye por momentos aquello que más deseamos pero que dificílmente obtenemos.
Y no me refiero a meras joyas, que al fin y al cabo son un lujo efímero, me refiero a algo tan simple como los sueños. Sueños inalcanzables, irrealizables, como unos caros diamantes para esa jovencita que vivía de sus amoríos, pero que nos mantienen con ilusión, preserva en nosotros esa inocencia casi infantil y nos aleja de toda ese hastío y hartazgo que el mundo en el que vivimos nos pueda transmitir.
Todo lo que queremos está al alcance de nuestra mano, lástima que siempre encontramos un cristal de metacrilato que lo separa, convirtiendo una y otra vez, y por más que nos paramos delante, en imposible de alcanzar.
Esa 5ª avenida constituía en el momento de mi caminar por ella la vía de acceso a todos esos sueños, el camino que me llevaría a ellos, y eso que cuando yo caminaba había demasiada gente, quizás muchos ya conocen el camino y quieren caminar por él. Por ello me costaba imaginar esa avenida vacía, sin nadie caminando por ella, esperando que llegara ese solitario taxi amarillo para pararse delante del escaparate de las ilusiones.
Quizás todos mis sueños nunca se realicen, pero al menos vivo contemplándolos detrás del cristal.
viernes, 6 de julio de 2007
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Movie Review: Shrek Tercero - Chris Miller (2007) |
Hollywood, especialista en exprimir sus productos hasta la saciedad, lo ha vuelto a conseguir: ha creado una secuela sosa, sin gracia ni chispa, no se sabe muy bien destinada a quién, si a los niños o a los mayores, con la única intención de seguir aprovechándose de la gallina de los huevos de oro.
Si algo tiene de bueno Shrek Tercero (y no Shrek 3), es su factura técnica, la Dreamworks se ha esmerado en elaborar lo que podríamos calificar cómo el trabajo más impecable artísticamente de la saga, con grandes niveles de detalles y belleza en algunas tomas. Lástima que todo sólo sea parte de un envoltorio cuyo contenido está totalmente vacío.
Si por algo se caracterizaba la primera entrega de Shrek fue por su fino humor e ironía, cosa que exagerado pero tronchante en la segunda parte, en la tercera se ha esfumado completamente. No hay gracia, no hay chistes con dobles sentidos, pero lo más alarmante es que ni a los niños les gusta, ni siquiera el humor escatológico termina de arrancar carcajadas a los más pequeños. Termina convertiéndose en otro cuento con moralina más, propio de la factoría Disney, más que lo que se propuso ser en un principio, una alternativa canalla a los cuentos de hadas.
Asno ha perdido la chispa y ese toque de "pesadito" que tenía, parece que las obligaciones familiares le han hecho asentar la cabeza. El gato con botas se ha convertido en una parodia de sí mismo, teniendo que hacer gracia cada vez que abre la boca, cuando tiene muy poquita. Y el ogro Shrek, ni es tan ogro, ni es tan gruñón, ni siquiera irónico, será que su amada lo ha ablandado. Por lo tanto ¿qué nos queda? Una pequeña crítica a las princesas de los cuentos de hadas, con Blancanieves como la más resultona y poco, o poquísimo más.
Cuando la cosa no podía ir a peor, resulta que nos dejan la puerta abierta a una cuarta entrega, ¿serán capaz de enmendar esta metedura de pata? Difícil lo veo, y es que esta gallina parece que ya está bastante exprimida.
Mi valoración de la saga:
Shrek 1 - 9
Shrek 2 - 8
Shrek 3 - 3
miércoles, 4 de julio de 2007
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Serie Review: House - 3ª Temporada |
La vida no siempre es de color de rosa. Ayer terminó, se acabó, por ahora no tendremos al pesadito de House haciendo de las suyas hasta la temporada que viene. Curioso lo de este personaje, es ese que a todo el mundo cae mal, que nadie querría toparse con él, sin embargo, siendo un reflejo de lo que nos gustaría ser, nos atrae. Y aunque en los últimos capítulos de la temporada ya no hacía esfuerzos por caer bien ni siquiera a sus fans más incondicionales, haciendo todo lo posible por exasperarlos, sigue siendo el mismo. Su esencia no cambia, a pesar de que lo que ha vivido en esta temporada le ha hecho reflexionar y mucho, mostrando en ocasiones y en el episodio final su lado más humano.
Diálogos cargados de sarcamso e ironía que reflejan descontento con la sociedad en la vivimos, crítica voraz al mundo que nos rodea, lleno de aparentes buenos motivos y falsedad por todos lados. House se convierte en portavoz de los que no están contentos con el mundo que tenemos ante nosotros, y que no son pocos. Su éxito radica precisamente en eso, en decir lo que todo el mundo piensa pero nadie se atreve. En destapar toda la hipocresía, en destimitificar los mitos y derrumbar la sociedad ideal que nos han vendido desde USA por mucho tiempo.
Y es en esta temporada dónde todo eso se ha acentuado aún más, mostrándose el House más cruel posible, el más desagradable, creando un mal ambiente entre los miembros del equipo, terminando en el peor de los casos posible. Y es que no estamos ante una serie dónde todo acaba siempre bien, aunque puede dar la sensación tras la resolución "milagrosa" de muchos casos, todo lo contrario, el lado más amargo de la vida traspasa la pantalla y nos sentimos identificados porque también hemos pasado por lo mismo.
Esa crueldad y amargura corrompe a todo el que le rodea, Chase, Cameron, Wilson, Foreman e incluso Cuddy, son atrapados por esa visión pesimista de la vida. Es como un virus que atrapa y contagia a los que pasan muchas horas con House, huyendo algunos por no llegar a convertirse en lo que ellos piensan que es.
Por ahora se acabó toda esa aguda visión del mundo, toda esa ironía, ese sarcasmo que nos saca de nuestro letargo imaginario, y es que la vida no siempre es de color de rosa.
martes, 3 de julio de 2007
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"Area Reservada" ha muerto |
Desde el pasado viernes la radio independiente y de calidad ha perdido una de sus grandes representantes, "Area Reservada", ese maravilloso programa de jazz que Radio 3 emitía de Lunes a Viernes de 14:00 a 15:00 h. emitió su último programa. Una absurda regulación de empleo ha llevado a su presentador, Antonio Fernández, de 52 años a dejar el programa y a su vez, la cadena; cosas del mundo competitivo y comercial en el que vivimos.
Atrás quedan grandes entrevistas a grandes artistas de jazz, grandes recopilaciones, canciones inolvidables y momentos que se quedarán en la memoria. A la espera que este presentador sobradamente capacitado pueda seguir cómo presentador en otra cadena, nos quedamos con los programas grabados en mp3 disponibles en el blog de Área Reservada, y una entrevista a modo de despedida con el periódico El Mundo publicada el 25 de Junio 2.007.
Te esperamos.
lunes, 2 de julio de 2007
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Movie Review: Blade Runner - Ridley Scott (1982) |
Roy Batty, un "replicante" que amaba la vida más que los mismos humanos terminaba así su paso por el mundo de los vivos sin que muchas de sus preguntas hayan sido contestadas. Y es que si algo nos diferencia del resto de seres vivos, es que nos formulamos preguntas sobre el porqué de nuestra existencia, el sentido de nuestra vida o cómo será nuestro futuro, pero en la mayoría de los casos morimos sin encontrar respuesta a tantos interrogantes.
Y aunque es cierto que Blade Runner es una versión libre de la obra en la que se basa, no deja de perder su esencia: los deseos, anhelos e interrogantes del ser humano reflejados en unos replicantes más humanos que los mismos humanos, constituyéndose de esta forma en una perfecta radiografía de lo que sucede en nuestro interior, en un reflejo de lo más profundo de nuestro ser, de lo que nos diferencia del resto de seres vivos.
Tenemos conciencia de que existimos, y ésto nos lleva a plantearnos preguntas sobre la misma, preguntas que en la película para los humanos parecen estar contestadas (o están aburridos de buscarlas sin éxito) pero no para los "replicantes", cuya existencia es muy reciente y son los que ahora se plantean los mismos interrogantes que el resto de la humanidad se ha hecho por siglos. Todo esto lo logra gracias a su atmosfera humecida por la lluvia, dónde apenas se ve el sol, su estética "ciberpunk", mezclando tecnología y existencia marginal, y su magnífica banda sonora compuesta por Vangelis (por sí misma se merece otro comentario), que nos hace sumergirnos en lo más profundo de nosotros mismos, llegándonos a plantearnos las mismas cuestiones que sus protagonistas.
Pero sí por algo destaca Blade Runner es por la atemporalidad de sus naturaleza: pasado, presente y futuro se funden en un mismo conjunto que se conforma perfecto en forma y contenido. Se acerca al pasado a través de referencias literarias, bien biblícas, bien de la poesía de William Blake, a través de simbolismos religiosos, o referencias dramáticas del más puro cine clásico y negro. Y se acerca al futuro dónde la alta tecnología resplandece, si bien el resto es decante, viejo y marginal.
Si a esto le unimos las implicaciones éticas del dominino de la ingenieria genética, el alto grado de paranoia, los diferentes reflejos de diferentes aspectos de la sociedad norteamericana de los 80 (en esa época se predecía el dominio de la economía japonesa sobre la norteamericana, de ahí el predominio de la cultura asiática en anuncios y que todos los científicos provengan de allí) o los problemas de movimientos de población; tenemos ante nosotros una de las obras de ciencia-ficción más completas de la historia, y cuyo guión (a pesar de los cambios de guionista) ha sido elaborado de forma perfecta y sin fisuras.
Como bien predijo Philip K. Dick poco antes de morir, Blade Runner cambiaría la manera de ver películas, y así ha sido, se ha convertido en un clásico inmortal desde su nacimiento, una obra de referencia para directores y creadores fascinados por una obra tan perfecta, y a pesar de las reticencias de crítica y público en su momento, el tiempo le ha dado lo que se merecía: un lugar en el olimpo de los inmortales. Finalmente, tanto la película como su esencia no se ha diluido en lágrimas de lluvia, cómo predecía el replicante Roy Batty, sino todo lo contario, se ha mantenido viva y le quedan muchos años por delante, consituyéndose en un canto a la vida que perdurará para siempre.
Y es que gracias a esta película cuando termine de escribir estas líneas, abriré el cajón dónde tengo guardadas mis fotos y me pondré a contemplar todos esos recuerdos y sentimientos envueltos en ellos, para nuevamente sentirme vivo. Gracias Blade Runner.
Mi valoración: 10
(Esta crítica es fruto de la primera de muchas colaboraciones entre este blog y Nataliabook, un club de lectura dónde cada mes y medio se propone la lectura de un libro y su correspondiente versión cinematográfica, no se lo pierdan)