viernes, 20 de julio de 2007
Ser una directora de sensaciones más que de historias le está costando a Sofia Coppola el desagrado de muchos, aunque eso y en vista de quién está detrás (el papi), como que le da exactamente igual. La historia en éste caso sólo sirve de excusa para transmitirnos lo que sentía una niña obligada a casarse con el futuro rey de Francia, mimada por su entorno, encerrada en una cárcel de tradiciones y un futuro no muy halagüeño en vista del poco interés de su marido a procrear.
Creando una atmósfera dónde los tonos pasteles hacen su agosto y cuyo vestuario es digno del Oscar que recibió, la pequeña Coppola logra su objetivo: mostrar la decadencia de Versalles y el refugio en las diversiones y excesos de una reina como escape a las presiones que tenía encima. Escenas en las que el tratamiento de la fotografía y la banda sonora electrónica transmiten en el espectador la misma soledad y desconcierto que la protagonista estaba sufriendo, logrando en algunas de ellas una belleza sublime.
Aunque, por otro lado, la fórmula se le antoja a la directora algo repetitiva provocando una sensación de "deja vú" en el espectador que ya disfrutara con las "Vírgenes suicidas" y "Lost in translation". Es por ello, que si bien no deja de transmitir sensaciones a través de imágenes, cuando sentimos que vemos otra vez lo mismo, ya no es tan excitante o tan emocionante, tirando por los suelos el factor sorpresa.
Sus guiños canallas como la inclusión en una escena de las zapatillas Converse mientras suena de fondo el tema "I want candy", dejan bien claro que los detalles pretendidamente rebeldes son más importantes que historia pura y dura. Su final (criticado por muchos) resulta coherente con el conjunto, mostrándonos su abandono de todo ese mundo de excesos y desenfrenos, en una de las mejores escenas de la película, en lugar de su muerte. Resultando, por tanto, en una película pastelosa, superficial e inócua, como la misma reina que en este pseudo-retrato Sofia Coppola nos ha pintado, y, siéntondolo mucho, a mí me encanta cómo lo hace.
Mi valoración: 7
Labels: Movies
Pero Sofia tiene crédito, conste. Sus dos primeras películas dan fe de ello.
Saludos, Jazzman.
un cordial saludo!
a mi me gusta mucho la pelicula, Sofia Coppola tiene la suerte de poder grabar lo que siente y le apetece, y así todos disfrutamos, es una peli rosa y dulce, a la vez que triste y soñadora. Me identifico con el dolor que padece la reina al ser rechazada y como lo suple con los excesos.
Me encanta la música de regreso a Versailles después del baile en Paris. Saludos Jazzman.