martes, 9 de enero de 2007

Después de mucho tiempo sin ir al cine, este fin de semana me he deshahogado y me he cargado dos películas, bueno dos muy buenas películas. La primera Babel, de Alejandro González Iñárritu haciendo tandem con el guionista (aunque por última vez) Guillermo Arriaga, en lo que el director ha denominado como el fin de la "trilogía del dolor". Y el dolor está muy presente en todas sus películas, un dolor que es común a todos, y que todos independientemente de nuestra condición social o nacionalidad lo sobrevellevamos como podemos.

Su anterior película 21 gramos, me dejó bastante impactado, aunque era bastante filosófica en sus diálogos, y por tanto más profunda que esta, el impacto final es impresionante. Esta la verdad es que no me ha decepcionado, se ha comentado mucho que sería la gran película del año, o del año pasado, depende de la parte del globo en que uno viva, y creo que cumple las expectativas con creces.

Sipnosis: La historia comienza cuando, armados con un Winchester, dos jóvenes marroquíes salen en busca del rebaño de cabras de la familia. En medio del silencio del desierto, deciden probar el rifle... pero el alcance de la bala es mucho mayor de lo que esperaban. Las vidas de cuatro grupos de personas totalmente desconocidas se ven unidas por un hilo muy fino, que las hace formar parte de una red en la que todos formamos parte.

Película que en su mensaje principal subraya la incomunicación e incompresión del mundo en el que vivimos, curiosamente un mundo cada vez más globalizado, pero que sigue dividido y separado por diferentes razones. A veces es mejor dejar todo ese parloteo de civilizaciones y escucharnos un poco más el uno al otro.

Sinceramente, permanecí durante toda la película pegado a la butaca, como si una fuerza mayor me empujara hacia el fondo de la butaca sin poder casi ni respirar. Te mantiene en vilo desde el comienzo hasta el final, no deja respiro en su sufrimiento, sufrimiento que al final resulta recompensado con creces. No apta para corazones cardíacos y para aquellos que van al cine para divertirse y no para "sufrir".


Esta película está dirigida con una maestría impresionante, sus tomas son fantásticas, me impactaron especialmente la descripción que hace con su cámara de las ciudades, especialmente de Tokyo y de la zona de Mexico por la que pasan. Además de que la fotografía de la película es excelente y muy bien escogida, y al usar mucho la técnica de "camara al hombro", la hace tremendamente impactante y realista. Va directo a nuestros sentidos, y no hace falta que su diálogo sea extenso las imágenes dicen mucho más que las palabras, por supuesto con una banda sonora muy escogida, y que en los momentos cumbres pone los pelos de punta.

La actuación de los actores es estupenda, bajo mi punto de vista destacaría a Rinku Kikuchi, una actriz totalmente desconocida para nosotros, pero que refleja a la perfección la incomunicación e incomprensión en la que viven los sordomudos. Y una especial mención a Brad Pitt, que bajo mi punto de vista ha cuajado una de sus actuaciones más serias y completas, sin llegar a ser un fuera de serie, claro. Y como no, Gael García Bernal, en su línea habitual, cuajando a la perfección un gran papel.

En definitiva, cine en estado puro, sensaciones que van y vienen. Cine para reflexionar, para contar a tus hijos y para que perduren películas como ésta por mucho tiempo. Cuando terminó la película terminé aturdido por unos minutos, intentando asimilar lo que acababa de ver, y es que no es más que la pura y dura realidad.

Valoración: 9 sobre 10

Crítica en Blogdecine

1 Comment:

  1. Desesperada said...
    ohhhh no, por qué? a mí no me gustó babel. no me gustó tampoco 21 gramos, me parecen pretenciosas, vacías. no me creí ninguna historia de babel, salvo la de la chica japonesa. no entiendo porqué brad pitt es mejor actor por aparecer con arrugas, quién se cree que turistas franceses y alemanes tienen semejante pavor a un marroquí, quién se podría creer que una asistenta mexicana llevaría a dos gringos a una boda al otro lado de la frontera?

    lo siento, pero babel me parece una de esas pelis que, aunque mientras la ves convence, en cuanto termina comienza a llenarse de lagunas.

    bicos.

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