miércoles, 3 de enero de 2007

Lo reconozco: soy un sentimental, no lo puedo evitar, este tipo de películas me tiran mucho, y la verdad es que no es en plan sentimentaloide, pero habla de sentimientos, de sentimientos no expresados, guardados en el baúl de nuestro corazón, sentimientos que no se hablan para no dañar a otros.

Sipnosis: Nicolás encuentra a la mujer de su vida y al hijo que él no ha tenido, pero que ansía tener, de un solo golpe, una mañana en el avión que los lleva de Alicante a Barcelona. Él es inventor de juguetes. Ella, Ingrid, viuda reciente de un capitán de aviación muerto en Iraq, es una ornitóloga que estudia en Cataluña el paso de las palomas torcaces y su hijo, Raúl, de ocho años, es un fantaseador de primer orden. A partir de este encuentro, la historia de amor a tres será perfecta hasta que repentinamente Ingrid decide que todo se ha acabado. ¿Por qué? No hay quien entienda sus razones: nunca serán más felices de lo que lo han sido hasta ese momento...

La película en su primera parte se centra en la excelente relación entre Nicolás, y el pequeño. Con todas las historias sobre hadas, duendes, ogros y demás fábulas que habitan los bosques imaginarios, una forma de educar entrañable (un poco fantástico, la verdad) que durante mucho tiempo han utilizado generaciones de nuestras madres, pero que hoy se está dejando a manos de la playstation y demás aparatos tecnológicos. Este triángulo amoroso se verá roto por la decisión de Ingrid de separarse, decisión que Nicolás no entiende y que tampoco lo hace el espectador porque no se le muestra más información. Ese halo de misterio se va manteniendo por toda la película hasta el final. Entetanto, aparece Bebe, que encarna a una argelina (aunque no te lo crees mucho) y que el niño piensa que es un hada a la que puede pedir tres deseos, tal como Nicolás le había enseñado.

La actuación de Ricardo Darín me parece genial, muy creíble en todo momento, creo que su papel lo borda. Iréne Jacob, tan sólo la he visto en Tres Colores: Rojo, una obra maestra del cine en la que borda su papel, contenido, muy íntimo, sin grandes alardes y poco dialógo, pero del que llega hondo. Sin embargo, en esta ocasión, no sé si será por la dificultad de actuar en español, no lo encuentro muy convincente, sigue en su línea de persona muy introvertida pero se hace menos atractiva en este marco. Se ha hablado mucho de Bebe en esta película, pero para mí creo que cualquier otra actriz (sí, porque esta es cantante) lo hubiese hecho mucho mejor.

En definitiva, una película muy completita, que si le añadimos una banda sonora muy bien escogida, tenemos un rato agradable. Es una historia aparentemente sencilla, pero está llena de pequeños resquicios que te hacen sentir, a veces parece que está rodada como en sordina. Y por supuesto aborda sin mucha palabrería asuntos muy íntimos.

Mi valoración: 7,5

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