jueves, 28 de diciembre de 2006

En mi afán por descubrir películas nuevas para mí pero no en su producción, he descubierto esta que sinceramente me ha dejado muy pero que muy satisfecho. Hace tiempo mi amigo Galo me la recomendó y aprovechando una promoción de cine español que sacó el año pasado El País, me la compré por el precio módico de 2,95 Euros, tirado en comparación con la calidad de la película.

La película narra la historia de unos cómicos de la palabra, como ellos se hacían llamar, que viajaban de pueblo en pueblo llevando a los bares y otros pequeños auditorios comedias de corte humorístico y que en una época entretuvieron a una España desgarrada por la posguerra. Desgraciadamente el negocio se les va acabando y la lenta pero implacable implantanción del cine les va ganando terrendo, viendo cómo en lugares dónde antes actuaban varios días ya no les dejaban ni uno. Entre todo eso, vemos amores y desamores, alegrías y tristezas, pero sobre todo la crueldad de un tipo de vida nómada marcada por la época en la que vivían (años 40 y 50 en España). Lo que la hace un pequeño homenaje a aquellos cómicos y que a la vez resume lo que era España antes que llegara la democracia.

La película resulta cómica en su mayor parte, aunque es también dramática en otras. La escena del padre de los Galván haciendo de extra de una película es buenísima, reflejando la dificultad para actuar con naturalidad ante las cámaras para un cómico que estaba acostumbrado a exagerar los gestos y movimientos para causar risa. Esto también se ve reflejado a la manía del protagonista de sacar su voz gangosa en los pequeños papelitos que le daban de extra en otras películas, a pesar de que nadie se lo había dicho. Un hecho que intenta expresar lo duro que fue para aquella gente adaptarse a otra forma de trabajar, y lo diferente que es el cine de la comedia que viajaba por los pueblos de España.

Las actuaciones son excelentes, destacando para mi entender la de José Sacristán, que está genial como casi siempre. La actuación de Fernando Fernán-Gómez me parece un tanto exagerada, ya que su personaje parecía que no cambiaba cuando estaba encima del escenario a cuando estaba debajo, no sé si es su forma de actuar (ya se lo visto otras veces) o quizás se deba a una especie de estilo teatral en la actuación a pesar de tratarse una película filmada, porque en la actuación en general de los actores a veces parecía que estábamos ante una obra de teatro más bien que ante una película en toda regla. También es destacable la actuación de Gabino Diego, y eso que a mí la verdad es que no me cae muy bien, pero en esta película estaba muy jovencito y el acento gallego lo clava. La composición de las escenas es perfecta, aunque a veces los cortes se notan demasiado pero no está mal teniendo en cuenta la época en que se rodó. Y los diálogos no tienen ningún desperdicio, aparte de como ya comenté antes las situaciones cómicas son de lo mejorcito que había visto en mucho tiempo.

Una película entrañable, llena de emociones diferentes, para no perdersela y guardarla en nuestra filmoteca.

Valoración: 9

Más información en IMDB y Filmaffinity. Si queréis saber más sobre el libro que el propio Fernán-Goméz escribió hay una entrada un tanto escueta en la Wikipedia (me encanta el comentario de "es una historia buenísima", un comentario un tanto curioso tratándose de una "enciclopedia").

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