miércoles, 6 de junio de 2007

Para los más impacientes no os preocupéis que el viernes colgaré la review de 'Zodiac', problemas ajenos a mi voluntad me han impedido colgarla antes ;-)

La independencia de Irlanda del Norte es una guerra librada desde hace mucho tiempo, desde la invasión de los Anglo-normandos en 1169 por Waxford, el conflicto no ha tenido fin, si bien, períodos de relativa tranquilidad. Católicos y protestantes han peleado por lo que ellos consideraban sus derechos, unos (los católicos) para autogobernarse e independizarse de quién en su día los colonizó y otros (los protestantes) para poder vivir dependientes y ser partes del imperio británico. Por ello, la historia nos sitúa a comienzos del siglo XX, en lo que sería los comienzos del IRA, y justo antes y después de la Primera Guerra Mundial.

En sus comienzos la película tiene visos de veracidad y honestidad, pero se va tornando en un total y flagrante maniqueismo, en el que el director nos quiere imponer su forma de ver los hechos en todo momento. Ken Loach justifica una lucha armada que ha tenido dividida por siglos a una nación, dejando muy clarito quiénes son los malos (los británicos) y quiénes los buenos (los irlandeses), no dejando lugar a que el espectador tome sus propias decisiones en función de unos hechos contados con imparcialidad. Pero claro, es comprensible por otra parte que un director quiera dar su versión de los hechos, contar la historia a su manera y que cuando veamos otra versión entonces decidir. Pero ¿si cada uno exagera los hechos, a quién creer? Complicada cuestión, por eso tan sólo nos queda disfrutar de la película como un mero ejercicio cinematográfico, que por cierto, no está del todo mal.

Porque hechos históricos aparte, la película intenta desgranar los sentimientos de aquellos que participaron en el conflicto y que, muy a su pesar, tuvieron que matar incluso a aquellos que eran sus vecinos o que se habían criado con ellos. Contado con una loable y agradecida falta de emocionalismos baratos propios de un telefilm, resulta la puesta en escena sólida y de cierta intensidad narrativa, que la conduce a un final amargo, como un conflicto de estas características se merece.

Es por ello, que siendo un panfleto propagandístico, "El viento que agita la cebada" nos recuerda una triste realidad: las dos Irlandas del Norte siempre estarán, y que ahora que se ha proclamado su limitado autogobierno, las divisiones entre sus gentes no han sido eliminadas, porque la división ideológica sigue existiendo, aunque el conflicto armado haya concluido. Paradigma de una sociedad incapaz de lograr la unión total y sin prejuicios, en la que vecinos han tenido que luchar unos contra otros.

Mi valoración: 6

1 Comment:

  1. Desesperada said...
    coincido plenamente en el análisis que haces de esta película, de la que destacaría sin embargo su calidad artística: ambientación y actuación son brillantes. lástima de un guión tan tendencioso, que no deja jugar al espectador en ningún momento. la partida está perdida de antemano.

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