domingo, 18 de enero de 2009


En plena temporada de premios y demás parafernalia, no se para de hablar de una de las películas del año que acaba de finalizar, 'Slumdog Millionaire'. Conquistando crítica y público haya por dónde va pisando, la película no deja de generar debate y torbellinos de pensamientos. Y es que a pesar de su sencillo argumento, un joven que va al programa "¿Quién quiere ser millonario?" de India para llamar la atención de su amor de toda la vida, la verdad es que esconde una gran cantidad de detalles e ideas muy pero que muy interesantes.

Como se comentaba hace poco esta película y su resultado final sólo la podría haber hecho un director occidental. Y es que el film representa la cara más dura y pobre de India. Mientras que las producciones de Bollywood se centran en mundos ideales y llenos de danza y alegría, aquí nos damos de frente con la realidad de la mayoría de los habitantes de este país. Y aunque no es un relato crudo en sí, combina de forma perfecta una banda sonora potente y muy presente (siendo un homenaje a Bollywood a su vez) con escenas de tremendo realismo.

Si por algo se ha caracterizado el cine proveniente de India es por transmitir una realidad que no existe y que cae una y otra vez en los clichés y encasillamientos. Pero gracias a Danny Boyle tenemos un relato veraz y a la vez bien contado.

Aunque eso no quita que el final nos deje buen sabor de boca, formando parte del juego del director. Administrando de forma perfecta los diferentes episodios de la vida del protagonista hasta alcanzar el clímax de forma perfecta, el director lanza su mensaje de "se puede hacer una película que muestra la realidad pero con final feliz y así tranmitir buenas vibraciones al personal". Y es que lo aceptemos o no, a todos nos gusta los finales felices.

Pero algo de lo que se ha hablado mucho es del trabajo de sus actores. Actuar con niños no es fácil y aquí los hay y muchos. De hecho la mayor parte de la película se centra en dos jovencitos (uno de ellos nuestro protagonista de pequeño) que se ven obligados a trabajar desde antes de dejar de jugar. La simpatía que generan, su humanidad, sinceridad y cercanía provocan la complicidad del espectador, logrando que antes de la primera media hora ya estemos sumergidos completamente en la historia.

Por esta y por muchas otras, 'Slumdog Millionaire' se está convirtiendo en la película de la que todos hablan. Y con razón, porque para un servidor es un producto perfecto: porque entretiene y por su belleza estética.

jueves, 15 de enero de 2009

Se viene comentando que Enero de 2.009 sería como otro Septiembre en el mundo de la Televisión. Comienzos de temporadas de series conocidas, nuevas series y continuaciones de series ya comenzadas en Otoño. Y la verdad es que la cosa no va decepcionando. Aquí nos quedamos con las siguientes:

24.- Nunca me había enganchado con esta serie y tengo que decir que desde que ví el "Redemption" me he interesado por el comienzo de la temporada 7, que promete aunque el poco avance de la trama en cada capítulo como que decepciona un poco.

Damages.- Una primera temporada genial ha dado paso a una segunda todavía con muchas preguntas sin contestar, y que visto el primer capítulo seguirá con la misma línea que la anterior.

House.- La relación Cuddy-House se calienta cada vez más, y justo en el último capítulo antes del parón se pudieron ver detalles interesantes, ¿terminarán juntos?

Lost.- Sin duda uno de los estrenos más esperados del año, a mi entender con un giro mucho más interesante ahora que los guionistas dejaron ver el año pasado que había supervivientes que habían vuelto a la isla y ahora estaban pensando en volver. Veremos que sorpresas depara.

Y en cuanto a nuevas creaciones a un servidor le ha llamado la atención United States of Tara, serie producida por Steven Spielberg y que está dando mucho que hablar antes incluso de su comienzo.

martes, 6 de enero de 2009


Bueno, para la mayoría será del 2.009, pero como yo he tenido oportunidad de verla en el 2.008, la incluyo aquí. David Fincher no para de sorprender y se marca a lo Forrest Gump (aunque con mucho más estilo) una historia fantástica, sorprendente y genial. No digo más, os dejo que la disfrutéis.

lunes, 5 de enero de 2009


Porque a veces pocas palabras dicen mucho...

sábado, 3 de enero de 2009


Wong Kar Wai nos regala otra delicia. Cada fotograma, una obra de arte.

viernes, 2 de enero de 2009


Nuestro amigo Shyamalan se marca una película para provocar al personal como de costumbre, pero esta escena es imperdonable.


Pues sí, su guión super-mega-inteligente-sólo-apto-para-empollones-que-sueñan-con-estudiar-en-Oxford no sólo no tiene sentido, sino que insulta nuestra inteligencia como espectadores. Se lo merece con nota. Ahora eso sí, ¿qué habrá visto Leonor Watling en Elijah Wood?

miércoles, 31 de diciembre de 2008


El poder de un plano corto de no más de 8 segundos es incanculable. En la sociedad en la que vivimos, una simple toma en un momento crítico puede tener más poder que jueces, abogados y gobernantes. Y si no, que se lo pregunten al ex-presidente norteamericano Nixon. La humillación pública vivida en las famosas entrevistas con el presentador (que no periodista) David Frost le valieron de castigo por todos sus pecados como presidente, castigo que no había recibido de la ley y ni siquiera de su sucesor.

Es por ello que un sobrio y contenido Ron Howard nos desgrana paso a paso el proceso que culminó en la rueda de entrevistas al ex-presidente Nixon. Con la habilidad de hacer interesante algo que a primera vista no lo es, y es que no a todo el mundo le interesa el proceso de investigación anterior a entrevistas de este calibre. Pero estamos ante algo distinto, como sucediera en 'JFK', la tensión se mantiene durante toda la cinta, como si el dramático final fuera empujando el devenir de los acontecimientos buscando su culminación.

Que este tipo de películas se sustentan en grandes interpretaciones es ya una tradición, pero así es, Frank Langella, a pesar de intentar imitar al original, le aporta su toque original, hace suyo el personaje y comunica con gestos de la cara y movimientos el proceso emocional por el que vive el personaje.

Y sí, a través de la mirada y expresión de la cara podemos llegar a comprender el transfondo emocional de una persona, pero eso se multiplica por cien veces cuando esa cara es tomada en primer plano por una cámara y retransmitida a millones de personas. Y es que la televisión es muy poderosa.

sábado, 20 de diciembre de 2008


Que Vicky Cristina Barcelona es un descarado documental turístico sobre Barcelona, es de dominio público a estas alturas. Lugares comunes, estereotipos muy estereotípicos y unas ganas inusitada de enseñar una ciudad (y de refilón otra, Oviedo), que dejan al espectador medio Europeo con ganas de mucho más.

Y quizás el punto más débil de esta película no sea el hecho que quizás con buenas intenciones se quieran enseñar lugares maravillosos, sino el hecho de que entre tanta localización ideal no hay una historia consistente de transfrondo. Las aventuras de nuestros cuatro protagonistas no llegan lo suficiente para calificar esta obra como de interesante o con algo de transcendencia.

Lugares idílicos, tocadores de guitarras que tocan bellas melodías en las plazas (que por cierto, yo nunca he visto ninguno) que reflejan a la perfección lo que ésta película es: un conjunto de esterotipos vacío y sin sentido. Quizás se salve la actuación de Rebbeca Hall, para la mayoría una gran desconocida, y que al menos nuestro querido director ha tenido la habilidad de descubrir.

Curiosamente, una de las películas de Allen que más hayan gustado en Estados Unidos, quizás porque se acerca demasiado al gusto del turista norteamericano que se queda fascinado con la vida en España, pero que al resto de los mortales nos deja con un agrío sabor de boca, pensando que el talento invertido en el cast no se ha sabido reflejar en la pantalla, raro en Allen.

Si soy sincero, no lo conozco, acepto que evolucione y que cambie, pero en esta ocasión ha perdido hasta el trasfondo. En esta ocasión no me hago dilemas morales, no me pongo en la piel de los personajes, veo indiferente las aventuras y desventuras de cuatro pobrecitos que no tienen otra cosa que hacer. ¿Seré yo o es que Allen ya no es el que era?

martes, 2 de diciembre de 2008


Vivimos en lo que muchos llaman la generación del "usar y tirar" y esto desgraciadamente se traduce a las relaciones de pareja. Muchos, en una contínua búsqueda de la satisfacción instantánea, de las emociones fuertes, van saltando de una relación a otra con el motivo escondido de no sertirte sólos. Aunque también los hace sentirse seguros, incluso con cierto poder... hasta que el amor verdadero hace que todo su mundo se desplome.

Y es que en esta versión libre del libro de Philip Roth "The Dying Animal" echa por la maravillosa, Isabel Coixet, se nos brinda una reflexión sobre cómo nos tomamos las relaciones de pareja, cómo nos afectan en el presente, pero sobretodo cómo nos afectan en el futuro.

De pulso de cámara calmado, ritmo lento y poético, y banda sonora dónde suenan piezas de piano compuestas por Beethoven y Chopin. Todo ello orientado para que las inseguridades del protagonista pasen a ser nuestras y sus reflexiones pasen a ser nuestras propias reflexiones. ¡Qué infantiles podemos llegar a ser los adultos!

Quizás no la mejor obra de la directora y claramente enfocada al mercado norteamericano, pero aún así Elegy se convierta en una pieza muy recomendable. Una pieza que no puede evitar convertirse en parte de nuestras propias vidas.