lunes, 26 de febrero de 2007

El sol no brillaba lo suficiente en la siempre-soleada california donde la gente más cool del mundo se pasea en bikini todo el año, pero esto para muchos no importaba, ¿para qué estaban las estrellas sino era para brillar? Eso era lo que comentaba Robert Osborne, actor convertido a presentador de la TCM, elegido para ser el anfitrión de la alfombra roja, una muy americana propuesta para animar al público provocando gritos y aplausos entre los presentes, esto es América amigos.

Y si llamativo es eso, más llamativo es la subdivisión de la misma. Es decir, lo que el periodista Dan Glaister del diario The Guardian llama el apartheid de la facturación en el aeropuerto, de un lado la parte más rápida de la alfombra para aquellos que no son tan famosos, o que sus caras no son conocidas, y por otro, las superestrellas glamourosas que todo el mundo quiere fotografiar y que se pasean lentamente por la parte más cool de la alfombra roja. Elitismo dentro de la élite, así es el mundo de Hollywood.

Y claro esto se traduce en que el interés de todo el mundo se centra en unas pocas personas, incluido el interés del público asistente, que cuando entran esa gente con esmokin y trajes costosos pero cuya cara no les suena se preguntan "¿y éstos quiénes son?, ¿agentes?, ¿contables?, ¿son personas normales vestidas de estrellas?" Curiosamente el anfitrión de la alfombra roja paró a uno de ellos, "¿quién es ese?" se preguntaban muchos, pues era el guionista de Borat, nominada al mejor guión original, el pobre tuvo su momento de gloria, "Esto es maravilloso" dijo, y que vas a decir, hijo mío.

En su esfuerzo por entretener a la gente, Robert Osborne, al ver a Keith Robinson (ennn? ¿Quién es ese?) dijo: "Señoras y señores, Keith Robinson" el público calló de repente, como es normal, "¿quién has dicho?", entonces para salir del apuro dijo: "¡quién interpretó el hermano en Dreamgirls!", wow, entonces no veas lo super-fashion que es, para aplaudir a continuación timidamente y por obligación. Esto no está hecho para secundones que no tienen una vida sentimental escitante o que simplemente se dedican a cumplir fielmente con su trabajo e ir a casa a pasar el tiempo con su familia.

Como tampoco está para hacer revindicaciones de tipo político o social, bueno, quizás lo justo. En el mismo momento que los miembros célebres del ejército estadounidense entraba por la alfombra roja se leía detros de ellos una pancarta que decía "Apoya a nuestras tropas", aunque claro, para no herir la sensibilidad de mucha gente la retiraron media hora después, no vayan los pacifistas a enfadarse, qué hipocresía por favor!!!. Aunque lo más llamativo fue que una avioneta que sobrevolaba con un cartel de "Traer nuestras tropas a casa", despareciera pocos minutos después, hay mucho en juego y no se puede arriesgar.

Tema aparte fueron los trajes de las estrellas ¿Qué llevaba puesto Penélope Cruz? y lo que es más importante ¿Quién lo diseñaba? porque hasta en esto no hay consenso, unos dicen que Galiano, otros que Versace, hagan sus apuestas. Otra de las controvertidas fue Meryl Streep, a la que parece que el papel de jefa de la moda mundial no le ha servido de inspiración para ir medianamente elegante, qué horror, por favor!

Sin embargo, hoy la máxima atención no estuvo sobre las estrellas y sus vestidos, estuvo sobre esa nueva estrella cinematográfica (pillan la ironia?) abanderado de una legión de empresas empeñadas en promocionarse a base de patrocinar un documental sobre el cambio climático. Pues sí, el ex-vicepresidente Al Gore. Dicen los que allí estuvieron que se llevó las ovaciones más fuertes e incluso lo interrumpieron en varias ocasiones en su entrevista con el anfitrión de la alfombra roja. Ahora se lleva ser verde, pues nada señores, a ser verdes. A salvar el planeta sin dejar nuestras casas superlujosas, coches de diseño super-contaminantes, joyas talladas por niños pobres, y un sin fin de lujos cuyo trasfondo es muy poco cool, aunque eso no quita que para aparentar, mejor llegamos a la gala con "coches ecológicos", unos híbridos de la marca Toyota, y así salvamos las apariencias (golpe de efecto de la marca de coches, incluido).

Y es que aunque no luzca el sol, las estrellas tienen que lucir a toda costa, porque el espectáculo debe continuar...

Como este post, que tendrá su continuación con mi particular visión de la gala. No os lo perdáis.

3 Comments:

  1. Unknown said...
    Los espectáculos pre-show son lo peor de lo peor... El de la ABC es directamente sonrojante.
    Y se veía venir lo de Al Gore. Al fin y al cabo, Hollywood siempre ha sido demócrata.
    Natalia Book said...
    Pues ya ves , al final no acertamos ninguno de los dos. De todas formas, 'infiltrados' me parece una buena película. A ver si encuentro 'internal affairs', en la que está basada.
    Saludos
    Anónimo said...
    Buff, te estoy comentando perono debería, tengo un examen mañana y yo aquí. Bueno, acabo de hacer un post con mis impresiones acreca de los premios, si quieres pásate. Mis quinielas se fueron al garete, pfff :(

    Saludos!!

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