lunes, 13 de noviembre de 2006

Aquí os transcribo la entrevista enterita que Fotogramas le hace a Woody Allen a proposito de su nuevo estreno, en ella se demuestra que mejor o peor, sigue haciendo el cine que quiere y le apetece, y eso vale mucho...

Woody Allen vuelve, tras "Match Point", con un film que define como "una comedia ligera sobre suspense y periodismo". En esta entrevista habla de Scarlett Johansson, de su obsesión por el Cielo y el Infierno, de su inminente rodaje en Barcelona y de George W. Bush

Ningún otro cineasta ha capturado la vitalidad ni la neurosis de Nueva York como Woody Allen, hoy raptado en la habitación del hotel Park Avenue de Manhattan. Rodeado de publicistas e imperturbable por la agitación a su alrededor, habla en voz baja y sin pretensiones, es accesible y directo y responde a cada pregunta con aplomo, aguda inteligencia e ingenio.

La suerte es un elemento importante en este film; ¿esto lo convierte en complementario, por el factor fortuna, de Match Point (2005)?
No, no, es un puro accidente. Lo que ocurre es que mientras rodaba Match Point con Scarlett pude hablar mucho con ella, y me pareció que era muy, muy divertida, con mucho sentido del humor y mucha vitalidad. Así que pensé: Esta chica debería estar haciendo comedia. Y también pensé que me encantaría hacerla con ella. ¿Qué comedia tengo en cartera que pueda hacer Scarlett? Y se me ocurrió que este film sería perfecto para ella, y que yo podría tener un pequeño papel. Pero fue puro azar.

¿Es su nueva musa?
No. La gente siempre me lo pregunta. Ella es, simplemente, una chica a la que conocí en Match Point. La usé en ese film y luego hice esta comedia con ella, y espero que algún día podamos volver a trabajar. Ella está haciendo muchas películas y yo estoy trabajando en muchas películas.

¿Le recuerda a Diane Keaton?
Ummmmm.... No, me recuerda a otras personas que he conocido, y Diane no es una de ellas. Scarlett es más de Nueva York, más cosmopolita que Diane. Diane es más la chica de ciudad pequeña, como la que interpretaba en Annie Hall (1977).

¿Da grima escribir su propia muerte en el guión?
No, ya lo había hecho antes. No tengo ningún problema mientras solo pase en el guión.

¿Le viene más a menudo la muerte a la mente, ahora que se está haciendo mayor?
Siempre ha estado presente. Recuerdo que en Bananas (1971) me metía en un ataúd, cerraba la tapa y me estaba un rato dentro por el gag. Y en La última noche de Boris Grushenko (1975) escribí mi propia muerte. Este tema siempre me ha obsesionado, pero no más ahora que me estoy haciendo viejo.

Si pudiese escribir su muerte en la vida real... ¿sería divertida?
No; moriría tranquilamente mientras duermo.

En esta película aparece el Purgatorio, y es una visión inquietante. ¿En qué piensa cuando se imagina la otra vida?
Siempre pienso en ella en términos clásicos. Describí el Infierno en Desmontando a Harry (1997), y fue un gran Infierno, muy clásico. Gran parte de cómo veo las cosas está influenciada por cómo las he visto en el cine. En Scoop, por ejemplo, la forma en que muestro a los periodistas está imbuida por cómo los veía, de pequeño, en el cine. Eran héroes: hablaban deprisa, bebían café, trabajaban hasta muy tarde, conseguían la historia, y hacían un trabajo más peligroso que la policía, arriesgando sus vidas. Y por eso siempre los he visto de forma carismática. Lo mismo me pasa con Nueva York: la forma en que la describo en pantalla procede de cómo la veía de pequeño en el cine. Porque cuando era un niño no vivía en Manhattan, sino en Brooklyn, que está a 40 minutos.

Hay gente que piensa que sus películas son mejores cuando usted no actúa en ellas.
Yo soy de los que lo piensa.

¿Qué le decide a hacer de actor en sus films?
En este caso, había un papel para mí, pensé que podría dar vida a un mago divertido. Pero creo que debería hacer más películas sin mí como actor, porque tengo el problema de que si aparezco debe haber un papel que pueda hacer, lo que hace que la película deba ser una comedia. Y además una comedia tonta. Pero si yo no hago de actor el problema desaparece, y puedo hacer una película como Match Point, o lo que quiera.

¿Qué nos puede decir sobre el film que rodará en Barcelona? ¿Estará hablado en español?
No, será en inglés. Pero usaré a muchos intérpretes españoles y a mucho equipo de allí.

¿Tiene a alguien en mente?
No haré el casting hasta marzo o abril del próximo año. Ahora es demasiado pronto, ya que todavía estoy reescribiendo el guión.

Usted y el presidente Bush tienen una cosa en común: los equipos que trabajan con ustedes están en casa a las 6 de la tarde...
Seguro que tenemos más cosas en común. Pero déjeme decir que no me estoy refiriendo a la política; estoy al otro lado del espectro. Por lo demás, a los dos nos encanta ver deportes.

Siempre se ha mantenido alejado de la política, pero... ¿no cree que es el momento de que los intelectuales hablen sobre lo que está ocurriendo en USA?
Siempre me he mantenido a distancia porque, desde el punto de vista artístico, nunca me ha interesado la política. Nunca me he considerado un intelectual que tenga algo novedoso o interesante que decir sobre el tema. Mi opinión no es diferente de la del tipo de la calle que siente que la administración no está trabajando bien para nosotros. Así me siento, sin hostilidades personales. Esperaba que la administración Bush hiciera un buen trabajo y no lo han hecho. Y trabajaré duro para que gobierne un partido diferente; creo que eso ocurrirá.

¿Cree que el éxito de Match Point es un lastre para Scoop, ya que se han generado demasiadas expectativas?
No. Creo que cada film tiene sus propios méritos. Match Point y Scoop son tan diferentes que no creo que nadie las pueda relacionar. No me gusta hacer el mismo tipo de película una y otra vez... No quería hacer otra película como Match Point: quería hacer un film como Scoop, y luego, tal vez, otra película como Match Point, y luego un musical... Creo que es importante mantener a mis enemigos desconcertados.

Si queréis en enlace de la entrevista, aquí lo tenéis: Fotogramas

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