miércoles, 21 de febrero de 2007

Si no existieran los Oscars

Los Oscars ya están aquí, por si no se han dado cuenta, el próximo domingo por la noche (depende de la parte del planeta dónde estés) la entrada del Kodak Theatre se llenará de limusinosas, a cual más espectacular, de dónde saldrán unos seres humanos idolotrados por las masas y en los que esperanzados de ser los protagonistas de la noche, los grandes diseñadores han puesto todo su talento para también llevarse un poquito de gloria. Flashes, cámaras, reporteros, sonrisas profiden, chistes fáciles y sólo para norteamericanos, buenas maneras, camadería... en fin toda una hipocresía.

Porque si los Oscars no existieran, no podríamos disfrutar una vez al año de todas esa farsa que se monta cómo si de una obra de teatro se tratase. De un lado los directores de la obra, que son todos esos técnicos de sonido, iluminación, guionistas de los presentadores y demás personal que se encarga que todo salga a la perfección y del otro están los actores (nunca mejor dicho), dispuestos a interpretar su papel a la perfección: soy el mejor actor del mundo y me lo tenéis que reconocer, y aunque en público diga que el premio se lo merece otro, miento como un bellaco.

Pero claro, si no existieran los Oscars no nos hinundarían los telediaros con frases como que Hollywood es la "meca del cine" (vaya aberración), o que este año los Oscars "hablan español", o no nos darían la lata con la historia de los Oscars o de cuánto pesa la estatuilla. O los programas del corazón no nos insistirían en quién va mejor o peor vestidos, o que si fulanito ya no está con fulanita sino que a los tres meses de casado se ha separado y vuelto a casar con sutanita.

Pero si los Oscars no existieran toda esa máquina comercial que se monta alrededor de ellos no existiría. Ya no se podría hacer promoción sobre que esa película ha sido nominada a tal y cual cosa, o tampoco llegaría a nuestras carteleras películas extranjeras nominadas a la mejor película extranjera que de cualquier otra forma no hubiese llegado, cosa que no debería ser así, pero así es. Porque cómo ya comenté en su día, toda y única finalidad de estos premios es la de promocionar una industria cada vez más necesitada y dependiente de este tipo de promociones. Promociones, que por cierto, han llegado hasta festivales anteriormente más o menos independientes (veáse el caso Sundance). Digamos que los grandes jefazos de la industria, en su día, sentados en sus cómodos sillones de sus despachos en la quinta avenida de Nueva York llegaron a la conclusión de: "señores, si queremos sacarle más dinero a esta película hay que ganar algún premio y así que se haga notar entre tanta competencia, y para ello hay que invertarse unos premios que cuánto más espectaculares y pomposos sean más llamativos serán".

Desgraciadamente, si los Oscars no existieran, no habría nadie que nos marcara que película es buena y qué película es mala. Nadie nos diría quién es el mejor actor del año, o actriz, o actores y actrices revelación. O cuál es la mejor canción, o el mejor guión... En fin, no habría nadie que nos tratara como simples consumidores de su producto, con único fin de colocarnos ese producto, hasta el año que viene que nos traigan otro.

Pero por otra parte, si los Oscars no existieran, algunos de nosotros no habríamos conocido a Hitchcok, Kubrick, Spielberg, Socorserse, Altman, Eastwood y muchos más, incluso aunque estén en la larga e interminable lista de los olvidados, porque hasta de los olvidados alguien se acuerda cuando se va a dar un premio injusto desde el comienzo de su historia.

Nota: Inspirado en el post de Gritos en el cine mudo, "10 Tópicos sobre los Oscars".

6 Comments:

  1. Himnem said...
    pues a mi no hay cosa que me gusten mas que los OSCARS Y todos los premios en general(xD) lo siento
    Unknown said...
    Coincido con himnem... Es un circo con el que yo me lo paso en grande, y no sabéis la rabia que me da perdeme la gala por segundo año consecutivo... Asco de Digital+ ;-)
    jazzman said...
    Si en el fondo la idea de unos premios de este tipo no está tan mal, aporta emoción para ver quién se lo lleva, hay tema para el cotilleo, se añaden historias a la mitología del cine, etc., etc. Como dijo uno, si no existieran habría que inventrarselos

    Macguffin, no sé exactamente qué programa, pero hay uno en que se puede ver la ABC por el sistema p2p.

    Saludos!
    Natalia Book said...
    Los Oscars son necesarios y como dices si no existieran habría que inventarlos. Ya son un mito. Pero también esa farsa que comentas: al fin y al cabo son premios de la industria y para la indistria. Es por eso que es normal que premien lo que éllos quieren que se premie. En un mundo en el que todo está tan controlado no van a permitir que se lleve el premio alguien que está fuera de su sistema.
    Yo, en cuestión de cine, siempre he considerado a CAnnes como el 'Campeonato del Mundo de Cine', seguido de Berlín.
    Saludos
    jazzman said...
    Yo también soy de los que prefiero Cannes y Berlín, antes que éstos, aunque sobretodo Cannes, se están dejando arrastrar por toda esta vorágine comercial.

    Muy cerca de dónde vivo en Sevilla está el Festival de cine Europeo, que el año pasado me perdí, pero que este año no me lo pierdo, y es que tenemos la oportunidad de ver películas 100% europeas, que de otra forma no podremos verlas. Curiosamente 'Venus', 'La vida de los otros' o 'El libro negro', ahora tan famosas, se mostraron allí, mucho antes que llegaran a las carteleras comerciales.

    Un saludo!
    Natalia Book said...
    Es cierot lo de Sevilla. Recuerdo ir siguiendo el festival por los periódicos. A mí me pilla un poco más lejos, así que disfrútalo por todos y en la próxima edición nos haces de comentarista
    Saludos

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