The Observer

En un día dónde se suele exaltar la labor de las madres, de destacar lo valiosas que son para la sociedad, proporcionando la excusa perfecta para las/los defensores del feminismo, la BBC, a propósito o no, estrenó su nueva importación americana: Mad Men. Y digo que es curioso, porque esta serie representa precisamente todo lo contrario, en un mundo dónde las mujeres eran sólo objetos con los que jugar en los ratos libres y aquellas que sacaban un poco la cabeza se las humillaba en público sin ningún tipo de pudor, aparte por supuesto, de que no había gente negra ni judía en las grandes empresas.

Pero es por eso mismo por lo que esta serie presenta todas sus credenciales, nos hace ver cómo eran las cosas no mucho tiempo atrás (años 60) para que valoremos lo que se ha progresado y lo que han cambiado las cosas. En un país como Inglaterra dónde conviven los dos grandes extremos, progresista y conservador, el estreno ha gustado incluso entre medios conservadores, aunque dudo de que goce de mucha popularidad como es el actual caso de Damages. Y es que a pesar de que se han estrenado estas dos grandes importaciones, se siguen programando en horas donde la mayoría de los ingleses ya están en la cama o en preparación para ello, esto es, más tarde de las 10:00 pm. De todas maneras, y gracias a ese maravilloso invento llamado BBC iplayer, se puede disfrutar online en cualquier momento, aunque ese privilegio esté reservado para los que vivimos en el Reino Unido.

Es por ello que nos queda una temporada, según lo visto en el primer capítulo, sumamente interesante, con un casting acertado, diálogos inteligentes, mucho humo de tabaco nublando la pantalla y sobretodo la sensación de que estamos realmente en el corazón de una gran compañía de anuncios de Manhattan dónde las mujeres aún sirven el café y los hombres se alegran de ser tan machos, ay!, como han cambiado las cosas...