lunes, 6 de noviembre de 2006

Una auténtica delicia para los oídos, así es el nuevo disco de esta artista de la parte francesa de Canadá. Parecía difícil superarse después de sus anteriores discos (Dreamland y Careless Love) y lo ha hecho, quizás a costa de suavizar el sonido de su voz que anteriormente sonaba un tanto áspera. Pero su sensibilidad sigue estando a flor de piel, convirtiendo el escuchar su música en una experiencia difícil de explicar. Además se trata de una artista minimalista, porque no es exagerada en sus movimientos sonoros, sin embargo, sabe transmitir mucho más que otros siendo más "espectaculares".

Aunque en esta ocasión su sonido esté más cerca de la música folk o country que de jazz, la base no deja de ser la misma (piano, bajo y batería), resultando un toque muy genuino y placentero de escuchar. En esta ocasión ha contado con compositores de lujo como Leonard Cohen y el gran Tom Waits, lo que le ha proporcionado un salto de calidad, que para algunos ha sido definitivo para consagrarse como una de las musas del jazz actual.

Para mi gusto la pista 4 "Everybody's talkin", una versión de un clásico del jazz, es la que mejor resume todo lo que he dicho anteriormente.

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Calificación: 9

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